Ayer, dos funcionarios de Digcoin estaban dos cuadras abajo del mercado paralelo y no permitían el ingreso de vehículos, pues vendedores y compradores de la hoja milenaria ocupaban las dos vías de la avenida.
“Vaya por arriba, por favor, no hay ingreso”, dijo un funcionario de Digcoin al chofer de un minibús de servicio público.
Un vecino de la zona contó que los funcionarios de Digcoin llegan al lugar a las 9:00 y desde ayer cerraron la avenida. “Ya no ingresan los autos por aquí, tenemos que cambiar de ruta para llegar a nuestro destino”.
Una fila de motorizados esperaba avanzar y llegar a su destino, entre ellos un taxi blanco que llevaba 10 taques de coca (cada una de 50 libras) que fueron adquiridos del mercado de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca). “Vaya a dar la vuelta”, le dijo el funcionario de Digcoin al dueño de los sacos de coca.
El vehículo subió tres cuadras una avenida casi paralela a Las Américas llamada General Juan José Tórrez. En esa esquina otros dos funcionarios de Digcoin hacían el control. En este lugar los coches ya salen de la ciudad para ir al interior con la coca cargada.
La semana pasada Página Siete publicó que en la zona de Chuquiaguillo se había habilitado un mercado paralelo de coca, lo cual es ilegal porque la Ley General de la Coca establece sólo dos mercados autorizados para la venta, Adepcoca en La Paz y el de Sacaba, en Cochabamba.
Una semana después de esta revelación, los productores de coca ya no caben en la sede paralela, que tiene tres espacios de venta, por lo que salieron en primera instancia a las aceras cercanas y ayer ya coparon la vía sin dejar el paso a los vehículos.
El dueño de los 10 taques contó que compró coca en el mercado de Adepcoca y que en la oficina de Digcoin le preguntaron de dónde adquirió. Él tuvo que decir que compró los taques de Chuquiaguillo. “Hay que mentirles porque si no, no te dan a la hoja de ruta para que compres los taques”, señaló a este medio el comercializador .
“Ojalá que aquí sellen mi papel, así me voy a Santa Cruz sin problema”, agregó.
En el carril de bajada de la avenida Las Américas 10 taxis esperaban ayer para que los dueños de los bultos pudieran hacer sellar la hoja de ruta.
El funcionario de Digcoin en el lugar es también llamado “sellador” y verifica que las hojas de ruta estén autorizadas.
Otro detallista le dijo “jefe por favor, dame un sello”. El funcionario empezó a sellar las hojas de ruta de cada uno de los comercializadores que adquirieron los taques de Adepcoca.
El “sellador” verificaba que los sacos de coca estén ya en un taxi, sino no sellaba la salida. “Tu bulto tiene que estar en el auto, sino no te sella. Tiene que ver que tu coca esté cargada”, dijo el detallista.
Los productores de coca de los Yungas de La Paz afines al Gobierno venden su producto en la sede de Chuquiaguillo hace unas tres semanas aproximadamente. En esas tres cuadras no sólo hay vendedores de coca sino ya se asentaron comercializadores de ropa, comida y frutas.
Espacios en la sede
Patio Este espacio en el mercado de la zona de Chuquiaguillo quedó insuficiente y los productores tuvieron que salir a vender a la avenida Las Américas. Hay otros tres espacios techados, que están en el predio de la Subalcaldía de la zona.
Cierre Ambos carriles de la avenida fueron cerrados por la salida de los productores y comercializadores.
Norma La Ley General de la Coca, en su artículo 24, señala que el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras es el único que autoriza, controla y regula los mercados de la hoja de coca. El único mercado autorizado para vender coca en La Paz es Adepcoca, en Villa Fátima.
La venta del producto en Adepcoca se redujo
José M., productor de la regional de Chamaca, del municipio de Chulumani, contó que desde que el Gobierno abrió el mercado paralelo, en la zona de Chquiaguillo, la venta se redujo hasta en 800 bolivianos en la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), en Villa Fátima.
“Ya no hay mucho comprador. Yo vendía mi coca en 2.500 bolivianos, pero ahora vendo hasta en 1.700 bolivianos”, dijo el productor. Además, indicó que antes vendía su producto en una hora, pero ahora se tiene que quedar un día para acabar los siete taques que adquiere.
Marco H., de la población de la Calzada, del municipio de La Asunta, relató que trajo ocho taques de coca pero que sólo vendió cuatro. “Antes que abran el mercado de Chuquiaguillo yo vendía todo, pero ahora tengo que vender hasta por raleo (libras) para terminar”.
El secretario de industrialización de Adepcoca, José Luis Campos, informó que la venta en ese mercado se redujo hasta en un 50% porque el Gobierno conmina a los comercializadores a comprar del mercado “chuto” con la amenaza de que no les sellará la hoja de ruta. “El detallista que se siente presionado por el Gobierno ¿qué va a hacer? , es ir a comprar a Chuquiaguillo”, manifestó.
María J., productora de coca de Coripata, relató que el conflicto que tienen sus dirigentes con el Gobierno les perjudica.
Desde 2018, el Gobierno y los productores de Adepcoca tienen conflictos por la erradicación forzosa que realiza la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en La Asunta y el control “violento” en la Rinconada. Además, los yungueños piden la liberación de su máximo dirigente Franclin Gutiérrez .
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